En nuestra familia la cocina es y ha sido, una parte fundamental de nuestras vidas.
El momento de sentarnos juntos en la mesa es especial, platicamos, reímos, disfrutamos, y aprendemos juntos; tratamos de alimentarnos no solamente el cuerpo sino también, el alma.
He adaptado mis conocimientos culinarios según las necesidades de mi familia.
En estos tiempos sin precedentes, me he encontrado con nuevos retos. He notado en mi familia que, la comida dulce los conforta, y es prácticamente necesaria para afrontar el encierro que ha supuesto la educacióny trabajo desde casa.
Cuidando su salud, me negué rotundamente a llenar la alacena de chocolates, galletas compradas, pastelitos dulces y cosas que se encuentran en el supermercado.
Así fue como empecé a preparar postres en casa, mejorando los que ya formaban parte del menú, y buscando nuevas opciones. Empecé a investigar y aprender cada día más, formalizando los conocimientos que ya tenía, y mejorándolos.
Fue entonces cuando me surgió la duda: ¿Habrá personas interesadas en este tipo de productos? Personas a quienes les gusten las cosas sabrosas y preparadas con sentido común (un ingrediente un poco díficil de encontrar).
Considero que la respuesta es: si y les doy la bienvenida a esta casa; la casa en la que horneamos nuestros propios postres, y nos hace muy felices compartirlos con ustedes.
Con todo nuestro aprecio y respeto.
The Baking Home